No eres logras, eres lo que has superado

Es necesario revivir para saborear (Rozalén)

jueves, 5 de enero de 2023

XL San Silvestre Toledana, motor gripado

  


 He de decir que soy hombre de tradiciones, y este pasado sábado volví a cumplir una que me sigue desde que me inicié en esto del correr: reventar en una San Silvestre. Es más, si echo la vista atrás, en la noche de los tiempos, hará más de 20 años, en mi primer año desgastando suela de zapatilla, mi primer abandono en una carrera fue en la San Silvestre crevillentina. Eran 7 km, y yo , con el pavo bien subido pues acababa de correr mi primera Media en Elda  a 5'/km,salí cual keniata a 4 pelaos para tener que dejarlo en el km 4... Y de aquellos barros, cada 31 de Diciembre me veo inmerso en el lodo atlético. Pero puestos en antecedentes, al lío

    La explicación de porque acabo a 400 km de distancia para correr 8 km . En una comida skyrunner el bueno de Alelandro García comentó de refilón que él había corrido esta carrera y le había gustado mucho. Añadiendo que mi gran Jordi se animaba a hacerla, y que también su hermana Irene y Donate también, y además podíamos pasar el fin de año en su casa de El Escorial, más el hecho de no conocer la capital del Imperio, pues para que más. Así que el 31 de Diciembre, carretera y manta para, tras 4 horas, aparcar el coche cómodamente en un parking anexo a la Universidad.

Ojo a partir del km 5


   Mientras me encamino a la zona de salida donde he quedado con la tropa, analizo mis "expectativas". Llevo 15 días sin apenas hacer deporte, inmerso en la Navidad al mil por mil: familia, comida y bebida, como Dios manda. Así que con sobrevivir me conformo, idea que se va agrandando en mi cabeza al observar como es la ciudad: tan bonita como vertical. Y es que las vistas de la antigua capital del Imperio son impresionantes, parece un decorado de una película, con la Catedral y el Alcázar en lo alto, y la no menos espectacular Puerta de Bisagra albergando la salida de la carrera.

Haciendo el chorra delante de la Puerta de Bisagra


    En estos pensamientos ando cuando me encuentro con mi trío de amigos. Abrazos , charla, fotos búsqueda de café y a localizar el cajón de salida. Donate, que está fuerte como un toro, se va al cajón rojo, que sale en la zona delantera. El resto nos vamos detrás de la Puerta de Bisagra, desde iremos avanzando hasta la salida. Y así, a las 18h en punto, salíamos a disfrutar de los últimos 8 km del año. Dsifrutar......

Equipoooo


    Los primeros km salgo conservador, nos dirigimos hacia la Universidad para girar por una buena bajada hacia la periferia de la ciudad. Alcanzamos a algunos dorsales rojos, no entiendo la gente que engaña a la organización mintiendo así , pero bueno, cada uno sabrá. Los tres primeros km siguen esa tónica, zona urbana con más o menos ánimo de la gente, perfil llano e incluso en bajada, recordándome mucho a la Carrera del Pavo de Cuenca (otra San Silvestre donde también me di una buena leche jjj).

Salida y primeros metros


    En algún giro he visto la Catedral a lo alto y a lo lejos, hay que subir hasta allí y cada vez quedan menos km. Algo no me cuadra. En el km 4 alcanzamos una zona de bares donde la gente forma un pasillo, al más puro estilo Tour de Francia, versión festera. Salimos del atolladero para alcanzar una amplia avenida, km 5. Yo ya no entiendo nada, o no subimos al casco antiguo o la ostia va a ser buena. Obviamente, sucedió la segunda opción.

    Justo en el km 5 se divisa al fondo una buena rampa, y es que empieza la fiesta, la subida al casco antiguo. Ya en el inicio, , como una señal, me encuentro un chavalín vomitando, y es que estas carreras son muy traicioneras si te pasas con el acelerador. Superada este primer repecho, se suaviza la subida, por un paseo muy bonito y donde ahora si, la gente anima a tope. La subida la hago más o menos, pero cuando atravesamos la puerta de acceso a la ciudad y veo que aquello va a seguir y bastante, noto como se me va agravando la respiración, y mi asma del alma hace aparición, y bien fuerte que lo hace. Busco el inhalador que llevo por precaución, pero mira por donde, está gastado, ahora si que la he liado.

No era mal sitio para palmar


    Paso por el km 6 con el absurdo objetivo de no parar a andar en la subida, atravesamos calles llenas de historia, con mucho ánimo, pero yo sólo soy capaz de ver como no consigo acompasar la respiración, y noto que las pulsaciones me están subiendo y mucho. Pasamos por la preciosa catedral iluminada, pero ya sólo soy un cadáver corriente que no quiere convertirse en andante. Sobre el 6'5 alguien dice que se han acabado las cuestas, la verdad es que se han acabado los cuestones, ya es un llaneo. Y por primera vez en mucho tiempo, casi ene l km 7, pongo pie a tierra y trato de andar. El ego me hace hacerlo cuando no hay mucho público, trotando cuando si lo hay, lo que no mejora la situación precisamente.

40' antes, por esa cuesta pensaba que iba a bajar, y no arrastrarme


   En el km 7 empieza una mega bajada, donde troto y camino, la gente me anima a no hacerlo, mientras yo trato de que las pulsaciones no pasen de 300. Al final la realidad se impone, y los últimos 300 m ya sólo ando. De hecho , en la puerta de Bisagra paro, no me gustaría entrar en meta andando. Y con mucha más pena que gloria, acabo por trotar los últimos 100 m y entrar en meta en 42'05" reales, a 5'13km, posición 1262 de unos 3000 inscritos, todo ello en https://www.mychip.es/resultado/lx-san-silvestre-toledana-40.

   Con el orgullo muy muy maltrecho, casi me prometo no volver a correr una San Silvestre. Pero como decía al principio, soy hombre de tradiciones. Así que en 365 días tendremos un nuevo episodio de mis "cómo reventar en una San Silvestre ". Ahora a retomar la temporada, próximas paradas Xeraco y Valencia

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