No eres logras, eres lo que has superado

Es necesario revivir para saborear (Rozalén)

sábado, 28 de septiembre de 2024

X Carrera de Rafal: la necesidad de ponerse un dorsal

      


De nuevo, y como ya empieza a parecer una triste realidad, parón veraniego tras una pre-lesión en el sóleo y luego los quehaceres estivales, que me han dejado en el casillero de estos últimos 4 meses unos cuantos entrenos en bici, otros tantos a nado, unas pocas tiradas de 5-10 km, una semana de monte y mucha crianza. Aún así, y quien no se consuela es porque no quiere, no he vuelto para el Cross de Guardamar ( diciembre) como el año pasado, y con muchos menos desvaríos en la balanza que en pretemporadas pasadas.

    Así que , buscando carreras hace unas semanas , di con una de mis favoritas, el 5K de Rafal, con un trazado inmejorable, una organización impecable y familiar, con lo difícil que es conseguir eso, y la alta posibilidad de coincidir con amigos de mi club CorrexCrevillent, como así fue al final.

    He de decir que he empezado el curso algo perezoso, me cuesta ligar dos buenas semanas de entrenos, pero ya llegará todo. Esa misma mañana de sábado me fui al monte a hacer una ruta por la Sierra de Castalla con mi buen amigo Pablo, lo que me depositó en mi sofá a eso de las 16 con muchas dudas sobre si bajar a rafal. Pero ahí entendí que el  ponerme el dorsal esa tarde sería la vía más rápida para recuperar mi motivación, como así ha sido. Cierto que mis entrenos de Septiembre habían sido a un ritmo máximo de 5'35, pero tenía que vencer vergüenzas, y si me salía el 5000 a un ritmo de 5'30-6'0 los beneficios terapéuticos de esa tarde vencerían por mucho a la vergüenza absurda de rodar a ritmos "lentos", que todo el mundo sabe que depende para quien.

    Así que, ni corto ni perezoso, hacía la acogedora localidad vegabajeña de Rafal me dirigía con tiempo de sobra, en una tarde con una temperatura ideal dado que aún estábamos en verano. Aparcamiento fácil en un descampado a la entrada del pueblo, el mismo que la primera vez que fui con mi añorado Jordi. Me dirijo a la plaza, y se huele ese aroma de pueblo que está contento con su carrera, ese aroma de popular que en las grandes urbes rara vez se consigue.


Circuitazo

   En la Plaza del Ayuntamiento puedo saludar a la buena gente de mi club: Sergio Mula, que hará doblete con Pins i Mar; Valentín, que hará de liebre a su hija;Juan, que está empezando la temporada de entrenos cara a la montaña otoñal; el míster y presi Ramón López, que  vuelve también al dorsaleo junto a Manchón y nuevos y notables miembros de la sección Nórdica; y por supuesto, mi gran Tonio Candela, un crack de la Nórdica que está volviendo al rugneo con muy buenos ritmos para el poco tiempo que dispone. Aprovecho también para saludar al presi del club de Rafal, el gran Paco con sus buenas caras y ánimos , y también alcanzo a saludar a Gaspar Campello y Nina, con la pena de que este último no tomará la salida al haber notado unas molestias bastantes fuertes. Espero pronta recuperación.


Buena grupeta

    Y ya en el coche, vuelta al ritual de vestirse de luces, pinchar el dorsal y vuelta a la zona de salida. Nuevos saludos, y mientras la gente calienta, yo espero apoyado en un arco, consciente de que al tomármelo con calma, no tengo necesidad del leve trote. Y ahora si, por fin, a las 19:30, petardazo y desde la última fila, justo delante de los Nórdicos, y flanqueado por Juan y Tonio, a disfrutar del zapateo.


Rodeado de buena gente

    El circuito ya no se inicia desde la plaza, sino desde una calle aledaña. En primera instancia Tonio sale a buscar ritmos más llevaderos, y yo me quedo con Juan a un ritmo cercano a 5'45" y asombrados de escuchar los bastones de un nórdico. ¿Cómo se puede marchar a este ritmo? En el primer giro decido dar un poco más de gas, llevaremos unos 500 metros, y el motor parece ir bien. Pasamos por la Plaza del Ayuntamiento y pica el km1, pero paso de mirar. 



Con buena cara, raro en mi

    Para quien no lo conozca, el circuito de Rafal consiste en un callejeo en direcciones opuestas y absolutamente plano, hasta el km 3, donde se hace un rodeo por el polígono. Tras ello, se hace un callejeo pero en sentido inverso, completando así los 5 km. Casi llegando al polígono me sorprendo al ver a Tonio, que me dice que va regulando detrás del globo, pues él va al 10K y no ha corrido en dos meses. Al mirar al globo, no alcanzo a entender, pues el de 50'. Eso quiere decir que yo... miro el Garmin y veo 4'50"!!! Y voy suelto entre comillas. Me animo y encaro el rodeo al polígono con ánimo, siendo este tramo uno de mis favoritos, con las vistas de la Sierra de Callosa y pudiendo ver a los corredores que ya están de vuelta. 

Apretando con mala técnica

     Estoy ya sobre el km 3'5, así que me decido a mantener el ritmo hasta el km 4, donde ahí si que decido apretar, consiguiendo entrar en 23'50", a 4'44/km, posición 139 de 299, todo ello en rafalrunning.com



Meta al fin

    Muy contento, me dirijo al coche a ponerme algo para no resfriarme, y vuelvo a la plaza para degustar el maravilloso avituallamiento que monta una organización impecable. Y tras una buena charla con los compis, para casa muy contento y sintiendo que el verdadero objetivo de hoy, el motivacional, estaba más que cumplido.

miércoles, 22 de mayo de 2024

XXXV Carrera popular Hoz del Huécar, que bonita

    


Por fin, este sábado pasado, y tras años detrás de ella, pude correr una carrera con un significado especial  para mi: la Hoz del Huécar, la carrera de Cuenca, de mi Cuenca.

     Como algún lector del blog recordará, es la tierra de casi toda mi familia paterna, y donde yo veraneé  durante toda mi infancia y adolescencia. Cuando empecé con esto de las carreras populares, descubrí que había una con mucha fama en la ciudad: la carrera de la Hoz del Huécar, una de las dos hoces que posee la ciudad junto con la del río Júcar. 15 km que recorrían tanto por lo profundo como desde las alturas el famoso cañón, llegando a venir autobuses de clubes de la zona del levante y el centro. Pero por unas cosas u otras, nunca había podido correrla hasta este fin de semana.

Volvía a mi Cuenca


    Como es habitual en mi, antes de empezar un par de runnereflexiones. La primera fue mi sorpresa cuando pocos días antes de la carrera consulto el número de inscritos y no sobrepass los 500( al final lo conseguiría por poco). Pero si en su época deberían superar los 1000 con holgura.... Algo pasaba que no entendía, cosa que aún se me hizo más patente tras correrla, y poder certificar la belleza de una carrera top. Sólo me queda pensar que no ofrece mucho postureo ni marqueo una carrera de 15km bastante duros por más bonitos que sean, nunca se podrá comparar a parar en medio de una Media Maratón para hacerte una foto con la Alhambra de fondo, o el poder hacerte una foto con tu MMP en la Media de Valencia, pero sigo pensando que tiempo y carreras hay para todo, pero si solo nos dejamos llevar por estos nuevos valores, poco estamos aprendiendo.

     Y la segunda entronca con esto mismo. Hace un par de domingos, hablando con el gran Martín de "Se nos va la Pinza" me preguntaba por mi afirmación acerca de que la Media de Granada era la más bonita que yo había corrido. Le aseguré que así lo sentía, para tener que ponerlo en cuarentena tras correr la Hoz. Y  es que sin poder ser comparables al ser una casi en su totalidad por zona fuera de la urbe, ni la Alhambra ser la Catedral de Cuenca, puedo decir que poco tiene que envidiar la carrera conquense a la Nazarí, sobretodo si te gusta correr por la Naturaleza, y teniendo en cuenta que al igual que la primera parte de Granada era "insulsa", la Hoz no desperdicia ni uno sólo de sus metros. Así que hagamos el favor, y abramos nuestra mente a nuevas carreras cuando viajemos, disfrutaremos mucho más de este bello deporte del correr.

La Hoz

    Pero tras la morterá, vamos al lío. Llego a Cuenca el viernes, alojamiento gratuito , no importa estar dos noches jjj. Un poco o mucho de juerga, y a la cama. Al día siguiente, a media mañana a recoger el dorsal en un centro comercial, se recoge la camiseta y aprovecho para comprar una de una edición antigua, y es que antaño las camisetas de la Hoz eran famosas por sus bonitos diseños. El resto del día lo paso descansando y dando una vuelta por la Serranía, en concreto en la laguna de Uña. Aún así, el cuerpo para nada estaba recuperado tras la nocturnidad y alevosía de la noche anterior, y es que los años no pasan en balde para el cuerpo, aunque la mente piense que no.

    Cuenca es una ciudad pequeña, por lo que con poco menos de una  hora de antelación salía de casa hacia la zona de salida, andando, algo muy raro para mi. El planteamiento era claro: era una carrera muy importante para mi y no pensaba pasarlo mal , las sensaciones buenas no iban a aparecer en cuanto a ritmos, así que iría al paso que me permitiese no abandonar la carrera, si había que correr a 6', pues se hacía. 

   Y aquí mi primera sorpresa, pues el ambiente en la Plaza de España era muuy tranquilo . La gente muy relajada, saludándose, riendo, de hecho tienen que avisar a los corredores cuando quedan 5' para que nos vayamos al "corral". Yo me he distraído observando la Plaza, donde estaban unas "galerías comerciales" de la época y donde mis abuelos tenían un puesto de telas, y que más tarde se convirtió en lugar de fiestas nocturnas , y por tanto  en lugar de peregrinación nocturna para jóvenes entre los que me incluía yo.

La Plaza de España


   Ahora si, ya estamos en zona de salida y me colocó obviamente en la parte trasera, no el último porque parece haber gente con mi mismo planteamiento táctico. Y a las 19 horas puntuales, a darle a la zapatilla, ¡por fin iba a correr la carrera de la Hoz del Huécar!.

Ambiente relajado


 Los dos primeros kilómetros de los 14'75 de la carrera son urbanos. Se sale de la Plaza de España para rodear el Parque de San Julián y dirigirnos hacia la Puerta de Valencia, que da acceso o al Casco Antiguo o permite salir de la ciudad por la Hoz.  Nosotros en cambio giramos a la izquierda por una de las calles más bonitas de Cuenca la de los Tintes, y por donde rodamos en paralelo al río.

La carrera al paso por la calle de los Tintes


 En un giro por la calle del Agua volvemos a pasar por la Plaza de España para ya salir a la arteria principal de la ciudad, la calle Carretería, por donde circulamos entre la gente apostada en las terrazas, y con bastante ánimo por parte del público.

Primer paso por meta


     A la altura de la iglesia de San Esteban volvemos a girar hacia la Puerta de valencia, el público cada vez anima más, llegando a poder saludar a un amigo mío de la infancia, Cristian, que está viendo la carrera junto a su familia. Llegamos a la Puerta de Valencia de nuevo, pero esta vez ni izquierda como antes, ni recto por las empinadas cuestas que definen el casco antiguo, sino a la derecha, nos vamos a la hoz. Mis sensaciones son malas, como no podía ser de otra forma, pero el ritmo de la gente es muy tranquilo, he ido adelantando gente y bueno, habrá que seguir.





Al paso por la puerta de Valencia

    

    Abandonamos la ciudad bajo la vigilancia en las alturas del Puente de San Pablo, el Parador y las Casas Colgadas, para adentrarnos en una sinuosa carretera que "toboganeará" en los próximos 5 km.



Salimos a la Hoz


     Eso si, el ambiente es muy silencioso entre los propios corredores, nunca había vivido una cosa así. Excepto alguna conversación aislada, todos vamos encerrados en nuestros pensamientos mientras buscamos tomar por dentro las continuas curvas. Si a esto unimos un paraje de vegetación abundante, estamos ante un tramo para recordar. Eso si, cuando levantamos la mirada de las huertas anexas al río, a nuestra siniestra, para alzarla dirección lo alto del margen de la hoz, nuestra mente corredora temblequea, pues sabemos que allá arriba está la carretera del Camino de los Jerónimos, nuestro camino de vuelta




Paisajes de impresión


    Hasta el km 7 he ido aguantando un ritmo trotón en mi opinión, sin sufrir mucho y he seguido adelantando gente. Pero al llegar al cruce de Palomera, quien más quien menos sabe lo que viene del 7 al 8. Y es la cuesta, la que nos subirá al Hotel Cueva del Fraile, donde emprenderemos el retorno. Pero bueno, tampoco es una barbaridad como la Cuesta Gomérez de Granada, así que poco a poco voy ganando metros, entre los ánimos de los voluntarios,disfrutando de las maravillosas vistas de una Hoz que empieza a teñirse de color atardecer con un sol bajo que hace  este kilómetro algo más llevadero. Una vez coronado el Hotel, giro de 90º y al camino de los Jerónimos.

    Pero ay amigo de quien piense que el sufrimiento acaba aquí. Yo lo recordaba de algún entreno por la zona y lo había constatado esa mañana en una revisión en coche: lo peor empezaba ahora. Y es que lo duro, el subir, no acabará hasta el km 10, y ojo que del km 10 al 12 vendrán bajadas pero seguidas de subidas. No es tan duro en porcentaje como lo anterior, pero llevas las patas finas. Eso si, las vistas de todos los kilómetros hechos desde unos 100m más arriba, con toda la Hoz a tus pies, sin palabras. Respecto a mi, aquí si empiezo a sufrir, y pongo modo "no caminar" como ya hacen algunos corredores. Y eso se constata cuando empiezo a ser adelantado por algún corredor, y es que 500 corredores estirados hacen que ya vayamos bastante desperdigados.

    Al final, y como uno ya se ha visto en varias de estas, consigo alcanzar el barrio del Castillo bajo los ánimos de los voluntarios que animan bajo el ya clásico " de aquí a meta todo bajada". El asunto es que esta vez sé que si es cierto.

     Y es que vuelve a aparecer el público, y esta vez si que animan de verdad. Pasamos la zona de bares bajo los gritos de la gente, atravesamos el pórtico y emprendemos la bajada que nos cruzará todo el Casco Antiguo por sus arterias principales. Yo voy extasiado, la bajada permite disfrutar de monumentos espectaculares como la Iglesia de San Pedro o la Posada de San José, mientras tratamos de evitar el adoquín. Físicamente voy regular, hasta con algo de flato, pero bueno, todo compensa. Y sobretodo compensa bajar la calle de San Pedro y entrar en la Plaza de la Catedral cortada y con la gente animando y vitoreándote. Si a eso añades el hecho de ser uno de los sitios más bonitos de España, que vamos corredores sueltos y sabes que si se están refiriendo a ti,  es junto al último paso por meta en la Maratón de Pamplona, uno de los dos momentos más importantes que me llevo de esto del correr. Y si como guinda ves como la voz del speaker retruena en medio de la Plaza nombrándote a ti y a tu club, eso hace que se me empañen los ojos y me acuerde mucha gente y momentos.


     La Catedral y su plaza

    Y dejado de lado el sentimiento al pasar bajos los arcos del Ayuntamiento, emprendo la bajada ya sin flato por las cuestas de la Audiencia, a un ritmo cercano a 4'15. 

La bajada
Y ahí voy yo tratando de aguantar el tirón

Al llegar abajo, a la zona del puente, vuelvo a ver a mi amigo entre el público, y eso hace que me anime en este último kilómetro llano, para entrar en meta en 1h15'59" oficial, 1h15'28" real, posición 176 de unos 500, todo ello en https://timingsys.com/files/1716208598_GENERAL%20HOZ%20DEL%20HUECAR%202024.pdf

No fui primera plana jjj


    La meta no hace sino confirmar lo que he ido pensando toda la carrera, pues el ambiente es muy familiar, con la gente del público entremezclada de inmediato con los corredores, sin nadie agobiando. De hecho tardo en darme cuenta de donde se recoge la bolsa con los regalos, y una buena cerveza que me sirva para recomponerme de todas esas cuestas.

Perfil del percal



    Lo dicho, creo que es una carrera que cualquier corredor que se precie debería tener en el currículum, tanto por la belleza del tramo extramuros como por lo espectacular del tramo intramuros. Nos vemos en la próxima, que aún queda una carrera de las largas, y es que este año voy a apurar hasta el final. 

jueves, 9 de mayo de 2024

XL Media Maratón de Granada: tan dura como bonita

    


    Este domingo pasado, y tras mi infructuosa inscripción del año pasado, pude correr la cuadragésima edición de la Media Maratón de una de las ciudades más bonitas del mundo, y en la que tuve la suerte de vivir dos años. Y uno se dirá, "leches ¡40 ediciones!". Pues  esta cifra tiene dos connotaciones especiales. La primera, y es que dado lo especial de la efeméride, tuve la suerte de que la organización y el Ayuntamiento permitieran el paso de la carrera por la Alhambra, algo casi impensable en esta época de recortes de libertades. Y la segunda me vino a la cabeza al inscribirme: "Coño, 40 ediciones y yo viví allí dos años cuando empezaba a correr... ¿por qué no la corrí o me llamó la atención, con lo guapa que está?"



        La respuesta a la segunda me vino en un pub la noche del post carrera, cuando un paisano me comentó que hasta hace unos años, la Media de Granada no entraba en la parte histórica de la ciudad, quedándose por las afueras, y siendo más bien insulsa, en sus propias palabras. Ahora bien, existía otra carrera, un 10K, duro y exigente, la carrera de las Dos Colinas, que coincide casi milimétricamente con la segunda parte de la Media. Esa era la que yo conocía. Cuando los militares que la organizaban deja de hacerlo, es cuando el Ayuntamiento, acertadamente, sustituye la segunda parte por esta carrera, consiguiendo el circuito único y espectacular que pude disfrutar.

       

        Pero vamos al lío. Llegaba tras una semana un poco liada, pero con la buena forma que dejó entrever el 10K de Denia- Sólo un día de series pude entrenar, pero ya el viernes por la noche me acuesto con sensaciones raras en el estómago. Al llegar a Granada y bajar del coche, primera mala señal. y es que la cantidad de florecillas y polen en suspensión es importante, recordándome a una Media de Almansa que corrí con Sera, y donde las pasé canutas debido a mis histaminas del amor hermoso.

        Recogida de dorsal en un centro comercial con un poco de lío para salir del mismo, y a comer algo en un bar para ir a descansar al apartamento situado en el Realejo. Y allí ya si que no lo puedo obviar, tras ir dos veces al baño, habría que añadir al Ebastel un Fortasec, pero como parece que la cosa aguanta, nunca mejor dicho.

Circuito

        A sí que a eso de las 18 (la carrera sale a las 19:30) hacia la salida en el Paseo del Violón, disfrutando de un impresionante ambiente de tardeo debido a la festividad de las Cruces de Mayo. El paseo permite disfrutar del ambiente lúdico-deportivo, cada uno con su historia, pero he de reconocer que esta carrera es de las grandes, con multitud de camisetas de la zona de Murcia y Alicante, con una destacada presencia del club Montemar.

Ready?

        Y así, tras una tranquila espera del que sabe que hoy no habrá marca, ni por perfil ni por estado físico, y con el único reto de no caminar en ningún tramo y no sufrir en demasía, me dirijo a la zona de salida, quedando en la parte final de una de las zonas habilitadas para dar las primeras zancadas



         A las 19:30, y desde la zona anexa al Palacio de Congresos. Los primeros compases discurren pegados al Darro dirección Norte, pero al unirse los dos pasillos la congestión alcanza un nivel importante, algo quizá a replantearse por la organización. Mientras vamos buscando las calles del barrio del Zaidín muchos corremos por la acera directamente, y eso que suele prolongarse como mucho los primeros 500m, en este caso duró casi 2 km, pudiendo saludar a mi amiga María Gala, residente en la capital nazarí.

       Tras bajar el Zaidín, salimos al extrarradio de la ciudad tras pasar la zona de ocio de Neptuno. Hasta el km 4 hemos disfrutado de mucha gente animando, el perfil ha sido favorable salvo el fartlek inicial, pero yo noto que no voy bien, teniendo la garganta reseca desde el minuto 1 ( Dios gracias a la organización que tuvo avituallamientos cada 2'5 km). ¿Cómo será que yo que sólo suelo beber una vez en las Medias y es para el gel que bebí en casi todos? Algo no iba bien, pero sólo llevábamos 3 km y pico.

        Del km 4 al 7 es una zona semillana, con algún paso por debajo de un túnel con salida salerosa, pero llevable a pesar del Sol que aún castiga. Dado mi estado, pongo el Garmin en modo hora, y a pesar de que he ido adelantando gente, reconozco cierto bajón al superar un globo allá por el km 7 y ver que es el de 2h, cuando yo pensaba que era del de 1h45. Esta zona es la "insulsa", que sin ser fea no es para venir a correr especialmente. En el km 7 subimos por el Barrio de la Chana y alcanzamos la "M-30" de Granada, Camino de Ronda. Aquí me vienen multitud de recuerdos de mi época granadina, al ver a lo lejos mi barrio de los Pajaritos, la pista de Atletismo donde entrenaba con esas vistas de Sierra Nevada, y más aún cuando giramos por Severo Ochoa para emprender la subida por el Campus de la Facultad de Ciencias donde yo estudié.

        Son casi 9 km y las piernas y mi mal estado físico me empiezan a hacer plantearme mi futuro en esta carrera, costándome respirar y con un "algo" constante en el estómago. Peo decido seguir mientras pasamos cerca de los Jardines del Triunfo dirección Madrid, atravesando nuevos túneles que invitan a nuevas cuestas. Pero ahí amigo sobre el km 10, que esta vez la salida del inframundo no es un repecho, sino un cuestalón de los buenos buenos. Justo desembocamos en la fábrica de Cervezas Alhambra, con su temida cuesta donde yo solía entrenar. Me digo a mi mismo que si hay que subirla, o ando o muero. Pero esta vez alegre sorpresa, y rodearemos la fábrica del bendito líquido, lo que aprovecho para meterme el gel entre pecho y espalda en el avituallamiento de los militares. Ya veremos si mi estómago dice O.K o K.O.


Avituallamiento 

        Y ahora si, empieza lo bonito. Vamos subiendo hacia el Monasterio de la Cartuja y el Campus del mismo nombre, sede de la Facultad de Educación donde me saqué el CAP. Pasamos el Seminario, y al alcanzar el km 11 retomamos los ánimos del público, pues el arco de salida del cuarto de Maratón, y ese vacío que habíamos sentido a ratos del km 10 al 15 desaparecerán casi definitivamente. La carrera acababa de cambiar, íbamos directos a los 10K más bonitos que había corrido en mi vida.

Empezaba lo bueno

       Iniciamos un giro a la derecha y la subida por la antigua carretera de Murcia hacia la zona del Albaicín, con unas magníficas vistas. La subida es no es exigente en cuanto a desnivel salvo el último kilómetro, donde los hectómetros que quedan para acabar aparecen marcados agudizando la agonía. Pero esta es recompensada cuando aparecemos en un mirador que domina todo Granada , con especial preponderancia de la Alhambra con el fondo de Sierra Nevada. Momento mágico que me permite recobrar el aliento, mientras escucho a mi alrededor "Joder, que bonito es esto". Y no una vez no dos, y esto es algo que nunca me había pasado en carrera. ¿Y que toca ahora? Bajar todo el Albaicín, pero no de cualquier manera, sino en zig-zags que nos permiten saborear todas sus calles, incluido algún paso estrecho, el famoso Mirador de San Nicolás y tantos otros sitios, con algún repechillo corto pero interesante. El asunto es que el empedrado y lo empinado de la carretera no dejan recuperar mucho, sino que cargan mis pobres piernas. 



Albaicín running

        Llegada  mi sitio favorito de Granada, el paseo de los Tristes, al pie de la mismísima Alhambra. Recorremos la Carrera del Darro en medio de un público como el que yo he visto pocos ( bueno, llevamos así desde el Albaicín), pero que alcanza su clímax en Plaza Nueva, donde se forma un pasillo muy estrecho donde la gente anima como si fueras su padre. Km 16, sólo quedan 5, pero...

Paseo de los Tristes


        Y si, aquí llega el asunto, la famosa Cuesta de Gomérez, uno de los accesos andando a la Alhambra. El año pasado, mientras animaba a Rafa y a Jordi, subí 100 metros por la misma, para comprobar que si, que estaba muy muy inclinada, pero no seguí. Este año, giro, multitud de espectadores, pero tras dar un par de curvas, veo una puerta de estilo árabe al fondo , y detrás el incomparable Bosque de la Alhambra, en el cuál yo nunca había estado. Pero tras atravesar el arco, se me viene el mundo encima. Y es que si estoy en uno de los sitios más bonitos del mundo, también es cierto que la cuesta no tiene final a la vista. Llevo las piernas temblando, la respiración a 200, pero mi único objetivo es no caminar, así que limito a trotar a un ritmo menor al que llevaría andando. Saludo de nuevo a María con una sonrisa forzada, para descubrir que la curva que en otras ediciones era el final, esta vez es la previa a otra cuesta que nos conducirá a la Alhambra.


Testimonio de mi padecer en la Cuesta Gomérez
 

       Pero bueno, uno ya lleva unas cuantas, así que tira de desfibrilador mental y supera el precioso acceso al Monumento. ¿Qué decir de los metros que recorrimos por dentro? Voluntarios animando a todos y cada uno de los corredores al borde del ataque de corazón, pero todos nosotros con los ojos emocionados de estar pudiendo correr por la mismísima Alhambra. Esos 500 o no sé cuántos metros me los llevo para mi. ¿Quién sabe si cuando me lesioné el año pasado fue un guiño del destino para poder correr esta edición? Yo sólo puedo aconsejar que si repiten la idea, no desaprovechéis la ocasión.

Entrada a la Alhambra por la Puerta de la Justicia

        Y así se llega al km 18, empieza la bajada hacia el Realejo, pero  mi cuerpo y mi alma han dicho "hasta aquí remamos amigo". Soy avanzado por muchísimos corredores, y es que apenas puedo rodar a 5'/km en una cuesta de aúpa, tengo hasta flato ... mandaría huevos echar a andar en plena bajada. Reduzco ritmo, llego al llano de Acera del Darro, queda 1 km, el público anima sin parar , por si no lo he dicho, desde el Albaicín. Pongo modo "Mente en blanco" y ruedo por la avenida granadina hecho unos mistos, para al final alcanzar la ansiada meta en 1h52'13", oficial 1h54'17", posición 1318 de 4209, todo ello en https://www.cruzandolameta.es/clasificaciones/v2/resultados/40-totalenergies-media-maraton-ciudad-de-granada-2024---2109/6132/?page=1 .

         Al llegar, camino hacia las escaleras del Palacio de Congresos a buscar mi mochila, y abrigarme pues tengo hasta escalofríos. Mientras descanso y juro y perjuro que jamás sé que volveré a esta carrera, algo en mi interior me dice que acabo de inscribirme en una futura edición, pues pocas hay como correr en Granada. 

K.O


Post data: tras unas noches con unas cervezas, las consecuencias fueron 10 paradas "técnicas" entre Granada y Alicante, y tres días a base de Fortasec, arroz y Jamón York.