Más de cinco meses sin escribir en mi querido blog, pero es que las circunstancias han hecho que me haya tirado todo este tiempo sin ponerme un dorsal. Pero claro, antes de todo, aquellos lectores que queden aún con ganas de leer las desventuras de este andarín/corredor se preguntarán: "aquí hay algo que no encaja, no puede correr ¿y reaparece con una ultramaratón de 84 km y 2800m+??". No hay que alarmarse, no he estado encerrado en el CAR de Sierra Nevada entrenando durante casi medio año, jjj, más bien al contrario. Vayamos pues al principio...
Todo viene provocado por una lesión en el coccix allá por Abril, que me impide correr durante casi dos meses. Harto de la situación, me debato entre hacerme socio de un pub inglés y dedicarme a beber cerveza hasta no poder más o buscar una alternativa deportiva que permita a mi hígado sobrevivir. En esos dimes y diretes me llega un correo, como cada año, de la Matagalls-Montserrat recordando la fecha de apertura de inscripciones. Y en un noche loca, decido que ya va siendo hora de salir de la zona de confort, que es una marcha excursionista prevista para hacer andando , y que tendría un objetivo de los buenos en mentes cara al verano, que me mantendría en la brecha y me impediría abandonarme a los placeres estivales.
Mas creo que ha llegado el momento de hacer las presentaciones, y explicar qué es la Matagalls-Montserrat. La Matagalls es la marcha excursionista por antonomasia de Cataluña, teniendo su origen en las palabras de Mosseny Jaume Oliveras: "Anar a Montserrat no es pas res difícil. Ara bé, anar des del Montseny en meny de 24 hores es un repte que no sé si el joven d´avui es capacç de fer"
Mosseny Oliveres, el precursor
Lo bueno y malo de peinar canas en esto del correr (casi 30 años ya) es que uno acumula recuerdos. En mis inicios apenas existía internet, te apuntabas a las carreras en las tiendas del pueblo, para saber calendarios te comprabas la runners,... Eso evolucionó y descubrí los foros, espacios donde compartir y motivar/se, muy lejos en calidad del actual yo-mi-me-conmigo Instagram y demás. Pues en uno de esos foros descubrí esta Marcha, y la puse en mi lista de mitos: ir del Montseny a Montserrat es para un barcelonés como yo una locura que atravesaría casi toda la provincia. Hemos de tener en cuenta que en aquella época lo de la ultra sonaba a locura, apenas se escuchaba del Maratón de Madrid y Barcelona(Valencia era una prueba desangelada que se corría en Febrero) y como ultra sólo sonaba los 100 km de Madrid Corricolari y Ronda, pues la incipiente MIM era considerada por mi una locura.
Pues además sumemos que el participar en aquellos foros te permitía conocer, aunque fuera virtualmente, a los que se convertirían en héroes de carne y hueso para mi: Escute, los Teres,.... y un tal Paco Robles, gente capaz de enfrentarse a auténticas barbaridades, estaban abriendo el camino a las Ultras, y nombres épicos resonaban cuando leía sus aventuras: Carros de Foc, Porta del Cel, Cavalls del Vent, Nuria Queralt, Matagalls- Montserrat....
Paco Robles, sería muy importante para mi en carrera
Y bueno lector, no pretendo que esta crónica se convierta en la del abuelo cebolleta, así que vamos al lío. Puestos ya en situación, hablemos de entrenos previos. Durante el mes de Mayo y Junio visité bastante la Sierra de Crevillent, acumulando rutas de unos 20 km y 1000m+. La verdad que uno no sabe como preparar esto, pero algunas crónicas invitaban a pensar en hacer montaña, algunas zapatadas largas y luego tirar de testiculina. Y así hice, tres tiradas largas: Alicante-Balcón de Alicante(42 km,1200m+), Vía Verde de Agost i/v( aquí le vi las orejas al lobo después de acumular una semana en Pirineos y hacerla casi sin comer) y la Marxa del tío Pere entre Elche y el Santuario de la Font- Roja, amén de mis escapadas veraniegas a Pirineos y Sierra Nevada. Hay que tener en cuenta que esto lo acumulaba en las quincenas que no estaba de vacaciones con mis hijos, luego iba a lo bruto. ¿Me sirvieron estos entrenos? Pues mucho, pero sobretodo psicológicamente, al acostumbrarme a la soledad y a la nocturnidad, pues el verano y Alicante no es compatible para entrenar de día. Esos entrenos forjaron un poco el alma del guerrero que iba a necesitar seguro en el mes de Septiembre.
Y bueno lector, no pretendo que esta crónica se convierta en la del abuelo cebolleta, así que vamos al lío. Puestos ya en situación, hablemos de entrenos previos. Durante el mes de Mayo y Junio visité bastante la Sierra de Crevillent, acumulando rutas de unos 20 km y 1000m+. La verdad que uno no sabe como preparar esto, pero algunas crónicas invitaban a pensar en hacer montaña, algunas zapatadas largas y luego tirar de testiculina. Y así hice, tres tiradas largas: Alicante-Balcón de Alicante(42 km,1200m+), Vía Verde de Agost i/v( aquí le vi las orejas al lobo después de acumular una semana en Pirineos y hacerla casi sin comer) y la Marxa del tío Pere entre Elche y el Santuario de la Font- Roja, amén de mis escapadas veraniegas a Pirineos y Sierra Nevada. Hay que tener en cuenta que esto lo acumulaba en las quincenas que no estaba de vacaciones con mis hijos, luego iba a lo bruto. ¿Me sirvieron estos entrenos? Pues mucho, pero sobretodo psicológicamente, al acostumbrarme a la soledad y a la nocturnidad, pues el verano y Alicante no es compatible para entrenar de día. Esos entrenos forjaron un poco el alma del guerrero que iba a necesitar seguro en el mes de Septiembre.
Entreno veraniego Elche-Alcoy
Y llega el fin de semana. La apatía del viernes me retrotrae a Ronda, donde me pregunté qué narices hago yendo a una prueba tan brutal con tan poco entreno. Estoy seguro de que no pasaré del km 40, son muchos metros de desnivel positivo que no he acumulado en mis tiradas largas. A mi favor, el hecho de saber que andar es algo que no me cansa, y que he decidido mentalmente dedicar esta prueba a Alberto, al cual encantaban las ultras y que me enseñó lo mucho o poco que sé. Al final, por mor de no sentirme un fracasado al no haberlo siquiera intentado, cojo las maletas y enfilo a mi Barcelona natal, concretamente al pueblo de Aiguafreda, a escasos 15 km de la salida en el mítio Coll Formic. Cabe decir que ya no se sale del propio pico de Matagalls por cuestiones del nuevo ecologismo que permite construir autovías pero no pisar el monte.
Noche tranquila, bocata en el único bar del pueblo abierto, donde la amable camarera me pregunta por mis intenciones, sabedora de la respuesta al ver mi vestimenta. Entonces me da un consejo: "noi, aguanta fins al km 30, es un perfil favorable peró si apretes massa petaràs segur". Tras un par de Gin Tonics, me despido sabedor de que he de hacer caso de las sabias palabras.
Me levanto lozano y sin prisa, no obstante la prueba sale por oleadas a partir de las 15h30, en mi caso me toca a las 16:45. Doy un paseo por el pueblo, almuerzo, compro pan para el bocadillo y me dirijo a Coll Formic, bonito collado a los pies del Matagalls, rodeado de restos íberos y de un bonito monasterio. Creo que soy de los primeros en recoger el dorsal, y hago tiempo metiendo al body una ensalada de pasta y observando como aquello se anima con la constante llegada de autobuses.
Fotos de la previa
Me fijo en que la mayor parte de los voluntarios son de una edad que supera los 50, cuánto que agradecer y alguna sombra sobre a dónde vamos con tanto individualismo en esto del monte. Cada vez menos clubes, menos foros, menos crónicas en los blogs, lo único que importa es el autoego.
Al final, se empiezan a dar las salidas y me acerco hasta un lateral de la recta de salida. Las oleadas van una por minuto, de unos 30 corredores, y me sorprende ver pocos corredores y el ambiente relajado y feliz de los andarines. A su vez, me emociono y por primera vez en el viaje, los ojos se me llenan de lágrimas: estoy en la Matagalls, en uno de mis mitos, y he tenido las narices de , al menos , ponerme en la salida. También tengo un recuerdo hacia Alberto, y empiezo también a ser consciente del aventurón en el que me he metido.
Antes de salir y , como una señal premonitoria, reconozco a Paco Robles, al cuál me presento y que me ofrece toda su ayuda, demostrando en pocos segundos el por qué de ese reconocimiento entre mis amigos corredores. Me comenta que esta vez no participa, pero estará de equipo de apoyo de gente de su club. Os puedo asegurar que eso en una marxa como esta son palabras mayores.No será la última vez que lo vea.
Me fijo en que la mayor parte de los voluntarios son de una edad que supera los 50, cuánto que agradecer y alguna sombra sobre a dónde vamos con tanto individualismo en esto del monte. Cada vez menos clubes, menos foros, menos crónicas en los blogs, lo único que importa es el autoego.
Al final, se empiezan a dar las salidas y me acerco hasta un lateral de la recta de salida. Las oleadas van una por minuto, de unos 30 corredores, y me sorprende ver pocos corredores y el ambiente relajado y feliz de los andarines. A su vez, me emociono y por primera vez en el viaje, los ojos se me llenan de lágrimas: estoy en la Matagalls, en uno de mis mitos, y he tenido las narices de , al menos , ponerme en la salida. También tengo un recuerdo hacia Alberto, y empiezo también a ser consciente del aventurón en el que me he metido.
Antes de salir y , como una señal premonitoria, reconozco a Paco Robles, al cuál me presento y que me ofrece toda su ayuda, demostrando en pocos segundos el por qué de ese reconocimiento entre mis amigos corredores. Me comenta que esta vez no participa, pero estará de equipo de apoyo de gente de su club. Os puedo asegurar que eso en una marxa como esta son palabras mayores.No será la última vez que lo vea.
Ha llegado el momento, nombran por megafonía mi grupo de dorsal, me santiguo, me vuelvo a emocionar y me sitúo en línea de salida
El perfil del asunto
Llegar desde el Montseny hasta el mismísimo Monasterio de Montserrat, 84 km,2800m+, la mayor parte de ellos de noche y sólo.
1º tramo: Coll Formic- Aiguafreda (km0-km10'2)
Buen ambiente en la grupeta de salida, vamos por una carretera llana ,con algo de calor, y enseguida me quedo el segundo del grupo, y enlazamos con los de la salida previa. Las vistas del valle de Montseny con el Matagalls dominando son impresionantes, y además me doy cuenta de que el ambiente es diferente a cualquier carrera que haya hecho. Esto es excursionismo, mal que nos pasen traileros cada cierto tiempo.
Sobre el km 5 abandonamos la carretera y ya por pista iniciamos un fuerte descenso de unos 300m - hasta llegar a Aiguafreda, donde está el primer avituallamiento, bien servido y muy amablemente atendido por voluntarios. Es algo menos de las 19 h, llevo una hora sobre el corte, y soy consciente que no me quedan más que un par de horas de luz, así que apenas paro, ya habrá tiempo.
Fotos del primer tramo, en pleno Montseny
2º tramo: Aiguafreda- Coll de Poses (km 10'2-km 26'2)
Tras salir del pueblo por la calle principal, y entre los ánimos de algunos que ya han empezado la fiesta, continuamos hasta Centelles e iniciamos las hostilidades, con una buena rampa de asfalto, que se convierte en un corriol(sendero) estrechillo entre frondosa vegetación. Salimos a una pista amplia, donde ya se ven los primeros abandonos. A lo lejos en las alturas se ven marchadores, así que el perfil se cumple. Duras subidas nos permiten alcanzar el otro lado del valle, intuyendo a lo lejos Coll Formic y abajo Aiguafreda.
Una vez coronado, vamos lidiando con una pista en llano, donde me cruzo por primera vez con Paco en dirección contraria. Me avisa de que aún queda una segunda subida más corta, la cuál afronto a buen ritmo.
Está empezando a atardecer, y en breve me pasa de nuevo Paco con su grupeta al trote. Declino su invitación a unirme, aún siendo en bajada, hoy tengo muy claro que sólo andaré salvo que lo vea muy claro. Las palabras de mi amiga camarera aún resuenan. guarda hasta el km 30, y apenas voy por el km 18.
Tras coronar el segundo repecho, y a pesar de que la gente es reacia a encender el frontal, yo no apuro y empieza la parte nocturna, que durará unas 10 horas.
Tras finalizar el descenso, ya con airecillo que hará más agradable el caminar, encaro la dura subida hacia el Coll de Poses, por estrecho sendero y donde veo que mi ritmo es bueno en comparación. Llegada al segundo control, situado en un collado por donde pasa la carretera. Son sobre las 22h, mucho antes de lo que tenía planeado, dos horas de margen, esto parece que marcha
Montseny puro y duro
3º tramo: Coll de Poses- Sant Llorenç Savall (km 26'2-km 40'4)
Avituallamiento algo caótico. Justo al entrar relleno agua en las fuentes estilo Ronda, para encontrarme largas colas tanto para el sólido como el líquido. Además, hemos de retirarnos un poco pues hay alguna persona que está siendo atendida por Urgencias. Empiezo a escuchar que si no queda de esto o de lo otro, a pesar de los buenos intentos por parte de los magníficos voluntarios, siempre con una sonrisa. Decido salirme , he decidido ir en autónomo, llevo mis sobres de Tang y unos bocadillos de chorizo y atún, tratando un poco de reinvidicar la old school montañera con la que me crié, susituída por zapas de 200 euros , geles y ipods.
Me encuentro a Paco Robles, toda una alegría, y me alegra al comentarme que me ve muy bien, que he adelantado a sus compañeros pero que ahora viene uno de los tramos más duros. Empieza el tramo clave.
Abandono el avituallamiento para meterme en una pista que en breve se tornará más estrecha y desvelará sus intenciones par los próximos kilómetros: el desnivel es importante a pesar de ser buen camino, hay que apretar pero el bocata de chorizo me ha sentado de 10, y veo como poco a poco voy pasando gente. Los controles de paso alegran el ánimo cuando los ves, no así cuando lees en la cartelería que Montserrat está a 50 km aún.
Coronamos tras unos 7 km, llegamos a un cruce donde hay un llaneo breve que nos permite vislumbrar a lo lejos unas luces que se supone el crux de la historia, el maratón, el meridiano, el lugar donde se producen la mayoría de abandonos, el avituallamiento de Sant Llorenç Savall.. Allá por el 34-35 empieza una bajada importante por pista y por tramos cementados alternados, y por primera vez miro atrás y veo una inmensa fila de luces al más puro estilo Transvulcania. Por segunda vez, me emociono y me salen las lágrimas, no sé muy bien el por qué, quizá no haga falta saberlo.
Me pongo por primera vez los auriculares, y es que a diferencia de otras carreras de montaña, y desconozco si es por la forma de ser catalana (ojo, que yo lo soy) aquí uno no debe esperar el "siempre irás acompañado y de charla". Aquí la gente o bien va en equipo, o va sola y no tiende a relacionarse. Así que Spotify y a zapatear hasta llegar a Sant Llorenç, el cual atravesamos de punta a punta para llegar al, ahora si, bien surtido avituallamiento. Estoy en buenas condiciones, reposto caldo y alguna chuche, son las 2 a.m más o menos, 3 horas sobre el corte
Llegar desde el Montseny hasta el mismísimo Monasterio de Montserrat, 84 km,2800m+, la mayor parte de ellos de noche y sólo.
1º tramo: Coll Formic- Aiguafreda (km0-km10'2)
Buen ambiente en la grupeta de salida, vamos por una carretera llana ,con algo de calor, y enseguida me quedo el segundo del grupo, y enlazamos con los de la salida previa. Las vistas del valle de Montseny con el Matagalls dominando son impresionantes, y además me doy cuenta de que el ambiente es diferente a cualquier carrera que haya hecho. Esto es excursionismo, mal que nos pasen traileros cada cierto tiempo.
Sobre el km 5 abandonamos la carretera y ya por pista iniciamos un fuerte descenso de unos 300m - hasta llegar a Aiguafreda, donde está el primer avituallamiento, bien servido y muy amablemente atendido por voluntarios. Es algo menos de las 19 h, llevo una hora sobre el corte, y soy consciente que no me quedan más que un par de horas de luz, así que apenas paro, ya habrá tiempo.
Fotos del primer tramo, en pleno Montseny
2º tramo: Aiguafreda- Coll de Poses (km 10'2-km 26'2)
Tras salir del pueblo por la calle principal, y entre los ánimos de algunos que ya han empezado la fiesta, continuamos hasta Centelles e iniciamos las hostilidades, con una buena rampa de asfalto, que se convierte en un corriol(sendero) estrechillo entre frondosa vegetación. Salimos a una pista amplia, donde ya se ven los primeros abandonos. A lo lejos en las alturas se ven marchadores, así que el perfil se cumple. Duras subidas nos permiten alcanzar el otro lado del valle, intuyendo a lo lejos Coll Formic y abajo Aiguafreda.
Una vez coronado, vamos lidiando con una pista en llano, donde me cruzo por primera vez con Paco en dirección contraria. Me avisa de que aún queda una segunda subida más corta, la cuál afronto a buen ritmo.
Está empezando a atardecer, y en breve me pasa de nuevo Paco con su grupeta al trote. Declino su invitación a unirme, aún siendo en bajada, hoy tengo muy claro que sólo andaré salvo que lo vea muy claro. Las palabras de mi amiga camarera aún resuenan. guarda hasta el km 30, y apenas voy por el km 18.
Tras coronar el segundo repecho, y a pesar de que la gente es reacia a encender el frontal, yo no apuro y empieza la parte nocturna, que durará unas 10 horas.
Tras finalizar el descenso, ya con airecillo que hará más agradable el caminar, encaro la dura subida hacia el Coll de Poses, por estrecho sendero y donde veo que mi ritmo es bueno en comparación. Llegada al segundo control, situado en un collado por donde pasa la carretera. Son sobre las 22h, mucho antes de lo que tenía planeado, dos horas de margen, esto parece que marcha
Montseny puro y duro
3º tramo: Coll de Poses- Sant Llorenç Savall (km 26'2-km 40'4)
Avituallamiento algo caótico. Justo al entrar relleno agua en las fuentes estilo Ronda, para encontrarme largas colas tanto para el sólido como el líquido. Además, hemos de retirarnos un poco pues hay alguna persona que está siendo atendida por Urgencias. Empiezo a escuchar que si no queda de esto o de lo otro, a pesar de los buenos intentos por parte de los magníficos voluntarios, siempre con una sonrisa. Decido salirme , he decidido ir en autónomo, llevo mis sobres de Tang y unos bocadillos de chorizo y atún, tratando un poco de reinvidicar la old school montañera con la que me crié, susituída por zapas de 200 euros , geles y ipods.
Me encuentro a Paco Robles, toda una alegría, y me alegra al comentarme que me ve muy bien, que he adelantado a sus compañeros pero que ahora viene uno de los tramos más duros. Empieza el tramo clave.
Abandono el avituallamiento para meterme en una pista que en breve se tornará más estrecha y desvelará sus intenciones par los próximos kilómetros: el desnivel es importante a pesar de ser buen camino, hay que apretar pero el bocata de chorizo me ha sentado de 10, y veo como poco a poco voy pasando gente. Los controles de paso alegran el ánimo cuando los ves, no así cuando lees en la cartelería que Montserrat está a 50 km aún.
Coronamos tras unos 7 km, llegamos a un cruce donde hay un llaneo breve que nos permite vislumbrar a lo lejos unas luces que se supone el crux de la historia, el maratón, el meridiano, el lugar donde se producen la mayoría de abandonos, el avituallamiento de Sant Llorenç Savall.. Allá por el 34-35 empieza una bajada importante por pista y por tramos cementados alternados, y por primera vez miro atrás y veo una inmensa fila de luces al más puro estilo Transvulcania. Por segunda vez, me emociono y me salen las lágrimas, no sé muy bien el por qué, quizá no haga falta saberlo.
Me pongo por primera vez los auriculares, y es que a diferencia de otras carreras de montaña, y desconozco si es por la forma de ser catalana (ojo, que yo lo soy) aquí uno no debe esperar el "siempre irás acompañado y de charla". Aquí la gente o bien va en equipo, o va sola y no tiende a relacionarse. Así que Spotify y a zapatear hasta llegar a Sant Llorenç, el cual atravesamos de punta a punta para llegar al, ahora si, bien surtido avituallamiento. Estoy en buenas condiciones, reposto caldo y alguna chuche, son las 2 a.m más o menos, 3 horas sobre el corte
Sant Llorenç Savall, el ecuador de la Marcha
4ºtramo: Sant Llorenç Savall - Matadepera (km 40'4-km 58'1)
Salgo del avituallamiento por las últimas calles del pueblo por unas costeras suaves y de nuevo a la noche. Entramos en el Parque Natural de Sant Llorenç de Munt i l' Obaga.Al principio es un tramo de transición por pequeñas costeras , alguna que otra rambla donde se llegó a hacer difícil seguir el camino , pues cabe decir que la Matagalls no está balizada, hay que seguir las señales rojas y verdes estilo GR. lo que si ilusiona es ver los carteles que nos indican que ya hemos superado la mitad, sólo queda restar.
Llegando al km 50 se empiezan a ver unas luces de pueblo al fondo, pregunto a unas curtidas, amables y bellas marchadoras que me indican que si, que es Matadepera, pero que nos queda una cuesta muy muy dura previa .
Pensando que tampoco ha de ser para tanto, en una revuelta nos internamos en un bosque por una cuesta de las que quitan el hipo, y estoy hablando de un 20%, es la subida del Torrent de les Saleres. Os puedo asegurar que a veces costaba dar más de tres pasos seguidos, son 5 km "inolvidables", sobretodo por no ver el final. Aquí los vigilados ritmos hasta ahora se van a hacer puñetas. pero bueno, como todo en la vida, se acaba al final, y tras otro breve repecho, ahora si coronamos y podemos intuir al fondo, entre la oscuridad Montserrat. Se eriza la piel, sólo quedan 30 km, creo que es hora de empezar a creérmelo.
Bajada por pendientes asfaltadas y de tierra a partes iguales hasta entrar en la exclusiva población de Matadepera, con sus impresionantes casoplones, y que atravesamos hasta casi salir de ella y llegar al avituallamiento de la Riera de les Arenes sobre las 4 am, 5 horas sobre el corte. Es el famoso control de los Donuts, he superado el tramo más largo , cargo café, donuts, muerdo algo de un sandwich que llevo y salgo sin casi parar. He de decir que el tiempo fue magnífico, si te parabas mucho te quedabas helado pero al ponerte a caminar enseguida manga corta
4ºtramo: Sant Llorenç Savall - Matadepera (km 40'4-km 58'1)
Salgo del avituallamiento por las últimas calles del pueblo por unas costeras suaves y de nuevo a la noche. Entramos en el Parque Natural de Sant Llorenç de Munt i l' Obaga.Al principio es un tramo de transición por pequeñas costeras , alguna que otra rambla donde se llegó a hacer difícil seguir el camino , pues cabe decir que la Matagalls no está balizada, hay que seguir las señales rojas y verdes estilo GR. lo que si ilusiona es ver los carteles que nos indican que ya hemos superado la mitad, sólo queda restar.
Llegando al km 50 se empiezan a ver unas luces de pueblo al fondo, pregunto a unas curtidas, amables y bellas marchadoras que me indican que si, que es Matadepera, pero que nos queda una cuesta muy muy dura previa .
Pensando que tampoco ha de ser para tanto, en una revuelta nos internamos en un bosque por una cuesta de las que quitan el hipo, y estoy hablando de un 20%, es la subida del Torrent de les Saleres. Os puedo asegurar que a veces costaba dar más de tres pasos seguidos, son 5 km "inolvidables", sobretodo por no ver el final. Aquí los vigilados ritmos hasta ahora se van a hacer puñetas. pero bueno, como todo en la vida, se acaba al final, y tras otro breve repecho, ahora si coronamos y podemos intuir al fondo, entre la oscuridad Montserrat. Se eriza la piel, sólo quedan 30 km, creo que es hora de empezar a creérmelo.
Bajada por pendientes asfaltadas y de tierra a partes iguales hasta entrar en la exclusiva población de Matadepera, con sus impresionantes casoplones, y que atravesamos hasta casi salir de ella y llegar al avituallamiento de la Riera de les Arenes sobre las 4 am, 5 horas sobre el corte. Es el famoso control de los Donuts, he superado el tramo más largo , cargo café, donuts, muerdo algo de un sandwich que llevo y salgo sin casi parar. He de decir que el tiempo fue magnífico, si te parabas mucho te quedabas helado pero al ponerte a caminar enseguida manga corta
Parque de Sant Llorenç de Munt, hay que volver de día
5º tramo: Matadepera - Vacarisses (km 58'1-km 72'3)
Salgo de la Riera con buenas sensaciones y a sabiendas que esto se va acabando, si consigo hacer este tramo sin contratiempos físicos nada me impedirá ver a la Moreneta. Pero ah amigo, aún quedaba una.
Tras superar unas cuestas a las afueras de Matadepera, cogemos camino cementado con una muy dura pendiente,es el último repechón previa a la mítica Draçera dels Tres Quarts, la subida a Montserrat, de la cual hablaré dentro de poco.
Aquí por primera vez me uno a un colega muy majo de Barcelona, con no sé cuántas Matagalls. Me describe la subida al Obac en la que estamos, núcleo de Sant Llorenç de Munt, y también me cuenta sobre la historia de la MM, de como ha ido perdiendo carácter montañero en favor de ser algo más comercial y ganar participantes, supongo que es ley de vida, o más bien de esta vida.
El ritmo que llevamos ha hecho que se queden sus compañeros, y al finalizar la cuesta se queda a esperarlos. Y si, por fin, un poco más adelante, al coronar, empieza a clarear y ahora si se intuye claramente el mágico perfil de Montserrat. Me emociono de nuevo, y me digo que siendo el km 62, sólo me queda una Media, uno de mis clásicos entrenos de entre semana.
Bajamos hacia una población reagrupados, pasamos una especie de aljibe y me cruzo con Paco Robles de nuevo. Me dice que va a buscar a un compi, y que está ayudando a otro que anda jodido. Yo sigo enfilado en la bajada entre por un pueblín cuyo nombre no recuerdo, cuando de repente se apaga la luz, y es que entramos en una espesísima niebla que a ratos apenas deja ver más de un par de metros.
Salimos de las casas para entrar en un barranco precioso, donde al aflojar la niebla los rayos de sol entran causando un efecto mágico, entre la verdor del bosque, ahora ya plenamente visible, y es que dan muchísimas ganas de volver a hacer el recorrido de día, ha de ser precioso.
Para salir del barranco un grupo de colegas monta un tapón de cierta mala educación, pero a estas alturas sólo queda esperar, saltar en cuanto se puede y enfilar medio corriendo la bajada a Vacarisses. Se hace la hora de los humanos, y me llegan mensajes de ánimo de Jordi y Rafa que se van a entrenar, que animan como Dios.
Llegada al último avituallamiento, me encuentro a Paco sentado esperando, lo de este hombre no tiene nombre. Me dice que me ve muy bien, le cuento la historia de Alberto que apenas puedo acabar pues la congoja y el evitar que me vea llorar lo impide. Entro, pillo cuatro cosas y sin parar salgo hacia Montserrat. Sólo quedan 12 km
5º tramo: Matadepera - Vacarisses (km 58'1-km 72'3)
Salgo de la Riera con buenas sensaciones y a sabiendas que esto se va acabando, si consigo hacer este tramo sin contratiempos físicos nada me impedirá ver a la Moreneta. Pero ah amigo, aún quedaba una.
Tras superar unas cuestas a las afueras de Matadepera, cogemos camino cementado con una muy dura pendiente,es el último repechón previa a la mítica Draçera dels Tres Quarts, la subida a Montserrat, de la cual hablaré dentro de poco.
Aquí por primera vez me uno a un colega muy majo de Barcelona, con no sé cuántas Matagalls. Me describe la subida al Obac en la que estamos, núcleo de Sant Llorenç de Munt, y también me cuenta sobre la historia de la MM, de como ha ido perdiendo carácter montañero en favor de ser algo más comercial y ganar participantes, supongo que es ley de vida, o más bien de esta vida.
El ritmo que llevamos ha hecho que se queden sus compañeros, y al finalizar la cuesta se queda a esperarlos. Y si, por fin, un poco más adelante, al coronar, empieza a clarear y ahora si se intuye claramente el mágico perfil de Montserrat. Me emociono de nuevo, y me digo que siendo el km 62, sólo me queda una Media, uno de mis clásicos entrenos de entre semana.
Bajamos hacia una población reagrupados, pasamos una especie de aljibe y me cruzo con Paco Robles de nuevo. Me dice que va a buscar a un compi, y que está ayudando a otro que anda jodido. Yo sigo enfilado en la bajada entre por un pueblín cuyo nombre no recuerdo, cuando de repente se apaga la luz, y es que entramos en una espesísima niebla que a ratos apenas deja ver más de un par de metros.
Salimos de las casas para entrar en un barranco precioso, donde al aflojar la niebla los rayos de sol entran causando un efecto mágico, entre la verdor del bosque, ahora ya plenamente visible, y es que dan muchísimas ganas de volver a hacer el recorrido de día, ha de ser precioso.
Para salir del barranco un grupo de colegas monta un tapón de cierta mala educación, pero a estas alturas sólo queda esperar, saltar en cuanto se puede y enfilar medio corriendo la bajada a Vacarisses. Se hace la hora de los humanos, y me llegan mensajes de ánimo de Jordi y Rafa que se van a entrenar, que animan como Dios.
Llegada al último avituallamiento, me encuentro a Paco sentado esperando, lo de este hombre no tiene nombre. Me dice que me ve muy bien, le cuento la historia de Alberto que apenas puedo acabar pues la congoja y el evitar que me vea llorar lo impide. Entro, pillo cuatro cosas y sin parar salgo hacia Montserrat. Sólo quedan 12 km
Se empieza a ver ya muy cerca
6º tramo: Vacarisses - Monistrol (km 72'3-km 80)
6º tramo: Vacarisses - Monistrol (km 72'3-km 80)
Salgo cuesta abajo para tras las dos primeras curvas, y ahora si, ver deslumbrante ante mi, con todo su poderío, Montserrat. Y ahora si, no me puedo contener y me aparto a llorar. No sé que me está pasando esta carrera, pero por Dios que es la más emocional que he vivido.
Unos segundos y me hago al ánimo, me uno a una chica que va más o menos a mi ritmo y atravesamos la llanura hasta Monistrol, atravesando casas de campo, chalets mientras cruzo mensajes con mi familia, que ha estado todo la noche ahí. Pasamos por debajo de carreteras, nuevas cuestas y voluntarios animando, vamos llegando a Monistrol, el pueblo previo a la subida, la Draçera dels tres Quarts, una de las más famosas y míticas subidas a Montserrat. En números, 4'5 km y 650m+, llevando 80 km en eel cuerpo. ¿Podré o me arrastraré?
Cruzo el puente sobre el río Llobregat, me uno a una muy buena compañía, y no queda otra , a subir.
Tras este puente empezaba la Drecera dels Tres Quarts
7º tramo: Monistrol de Montserrat- Abadía de Montserrat (km 80-km 84'3)
Las primeras calles son bastante empinadas, pero en breve abandonamos para coger el sendero. Es un sendero en zig-zag que va ganando altura rápidamente, no demasiado técnico pero que no cesa. Superado el primer tramos, flanquea por toda la cara Norte en ascenso, para llegar a unos escalones que nos dejan en el último tramo cementado que sube a la estación del funi.
¿Y cómo me fue? Pues inexplicablemente, fui como una moto, no sé si algo o alguien me empujo, pero en mi vida hubiera pensado sentirme con esa fuerza.
7º tramo: Monistrol de Montserrat- Abadía de Montserrat (km 80-km 84'3)
Las primeras calles son bastante empinadas, pero en breve abandonamos para coger el sendero. Es un sendero en zig-zag que va ganando altura rápidamente, no demasiado técnico pero que no cesa. Superado el primer tramos, flanquea por toda la cara Norte en ascenso, para llegar a unos escalones que nos dejan en el último tramo cementado que sube a la estación del funi.
¿Y cómo me fue? Pues inexplicablemente, fui como una moto, no sé si algo o alguien me empujo, pero en mi vida hubiera pensado sentirme con esa fuerza.
Imágenes de la Drecera dels Tres Quarts
Y claro, se suben las escaleras de la estación, se llega a la entrada del complejo y sólo queda subir los míticos escalones. No quiero parar, acelero y de hecho subo corriendo hasta la explanada. No puedo ni quiero explicar lo que sentí al ver el Monasterio delante de mi, creía estar en una nube. De hecho, me costó localizar la llegada desprovista de arco, situados en un lateral. Cruzo, medalla, y no, ya no me quedan lágrimas, sólo orgullo y agradecimiento.
Y claro, se suben las escaleras de la estación, se llega a la entrada del complejo y sólo queda subir los míticos escalones. No quiero parar, acelero y de hecho subo corriendo hasta la explanada. No puedo ni quiero explicar lo que sentí al ver el Monasterio delante de mi, creía estar en una nube. De hecho, me costó localizar la llegada desprovista de arco, situados en un lateral. Cruzo, medalla, y no, ya no me quedan lágrimas, sólo orgullo y agradecimiento.
Orgullo y agradecimiento
Final: Empiezo por esto último, gracias a todos los que habéis confiado en mi, compartido entrenamientos, unos poco y otros mucho por circunstancias de la vida, pero cada mensaje de ánimo, cada paso juntos, cada pregunta de cómo estás, cómo vas, durante los duros entrenos de Agosto, o la confianza. No nombro, pero sabéis quién sois. Y gracias a los que no están, a los que desde el cielo me cuidan y me ayudan a poder hacer estas locuras y demostrarme quien soy y que puedo hacer.
Y orgullo, orgullo por esto último, porque pude dedicarle a un amigo que debería seguir aquí una carrera digna de él, cuando en Abril estaba lesionado y no daba ni yo mismo un duro por mi, desde lo más bajo pude remontar. Y ver que aún queda algo del deportista que fui, y que aunque las circunstancias no sean las ideales, el guerrero aún habita.
Y tras esta morterada emocional, contar el final final. Pues como decía desde el principio, no esperéis ninguna fiesta especial. Medalla, fruta, agua y fin. El espacio se comparte con los turistas, así que entré en la Abadía a ver a la Virgen, pero al estar en misa tampoco quise forzar y me fui rápido. Y como no podía ser de otra manera, me fui directo a un bar, al único, y tras dos botes de cerveza bien merecidos, enfilé el funi y para Alicante, que quedaban unas horas.
Mil gracias si has leído sólo un trozo, o todo, pero esta crónica ha sido una forma de expiación de aquellas 17 horas
P.D: No hay ninguna foto de la organización, como os dije, Matagalls es "old school".
Final: Empiezo por esto último, gracias a todos los que habéis confiado en mi, compartido entrenamientos, unos poco y otros mucho por circunstancias de la vida, pero cada mensaje de ánimo, cada paso juntos, cada pregunta de cómo estás, cómo vas, durante los duros entrenos de Agosto, o la confianza. No nombro, pero sabéis quién sois. Y gracias a los que no están, a los que desde el cielo me cuidan y me ayudan a poder hacer estas locuras y demostrarme quien soy y que puedo hacer.
Y orgullo, orgullo por esto último, porque pude dedicarle a un amigo que debería seguir aquí una carrera digna de él, cuando en Abril estaba lesionado y no daba ni yo mismo un duro por mi, desde lo más bajo pude remontar. Y ver que aún queda algo del deportista que fui, y que aunque las circunstancias no sean las ideales, el guerrero aún habita.
Y tras esta morterada emocional, contar el final final. Pues como decía desde el principio, no esperéis ninguna fiesta especial. Medalla, fruta, agua y fin. El espacio se comparte con los turistas, así que entré en la Abadía a ver a la Virgen, pero al estar en misa tampoco quise forzar y me fui rápido. Y como no podía ser de otra manera, me fui directo a un bar, al único, y tras dos botes de cerveza bien merecidos, enfilé el funi y para Alicante, que quedaban unas horas.
Mil gracias si has leído sólo un trozo, o todo, pero esta crónica ha sido una forma de expiación de aquellas 17 horas
P.D: No hay ninguna foto de la organización, como os dije, Matagalls es "old school".
Pues iba a comentarte en FB, pero viendo lo pro-oldschool que es tu crónica, qué menos que comentar en el blog, como cuando empecé yo también (aunque mucho más tarde que tú) eran los blogs y foros (el mío fue foroatletismo) los que nos mantenían en contacto virtual. Retazo, ya sea caminando o corriendo. Todo lo que comentas de sensaciones, soledad, no creerte acabar, resucitar, ver que te queda "solo" medio maratón después de chorrocientos km y que eso te anime... Si ya en algo largo como lo que he experimentado yo, nunca más de 50km, es la hostia, con distancias tan brutales como esta esas sensaciones son sin duda lo que hace que la gente se atreva con estos retos que yo veo inalcanzables para mí. Multiplicar por dos o por tres lo que se siente preparando y acabando, por ejemplo, un maratón, debe ser increíble. Bravo, Gal, seguro que esta es la definitiva para remontar entrenos y sensaciones.
ResponderEliminarOstias Dyc, me acordé mucho de vosotros,secechan muuucho de menos esas carreras compartidas.
EliminarPero volverán, y ya te digo que si, que el carajal químico-emocional de estas historias es especial.
Y también te digo, yo por ti vuelvo a aquí