XXXII Media Maratón de Santa Pola: rodando en una de las reinas

 

Crónica un poco tardía y expréss de mi vuelta a una de las clásicas ya no sólo de la provincia, si no de la piel de toro, y no es otra que la Media Maratón de Santa Pola. Y esta vez quiero dedicársela a un corredor con el que coincidí en carrera y que me saludó por conocerme del blog, lo cuál me hizo mucha ilusión y de lo que quiero dejar huella en esta crónica.

   Al lío. Llegaba a esta carrera en un estado de forma más que incierto, tras un otoño nefasto y una Navidad a medio gas de resultado un 5k hiperllano como el de San Fulgencio corriéndolo a un "entre comillas discreto" ritmo de 5'/km, dejando muchas más sombras que luces. El asunto es que ya estaba inscrito a la Media de Santa Pola, que me hacía mucha ilusión volver tras casi 10 años, que me traía recuerdos de cuando fui a animar a Alberto hace dos años, y que no voy a negarlo, desde Azkoitia no me ponía un dorsal serio en cuanto a distancia, y ya tenia ganas. Así que aunque fuera a sobrevivir, iría.

    Tras recoger el dorsal el viernes en una feria bien apañada, un poco de juerga nocturna, un sábado montañero y recogida pronta para acudir el domingo a la villa marinera. Aparcamiento en los Institutos, lego pronto y hace pelín de frío, así que decido pasar el rato en el coche decidiendo que ropa llevar, para al final decantarme por manga larga y guantes, y es que ya los años hacen a uno más friolero y sin ganas de sufrimentos en el casi kilómetro que me separa de la salida. Eso si, el día se presenta espectacular, sin viento , soleado y buena temperatura con el paso de las horas.

    Tras bajar el cuestalón que separa la zona educativa del paseo marítimo, caminata rápida con el tiempo justo para situarme en la zona de salida, cajón morado ( el último) y para dentro. Y aquí he de reconocer que me vi fuera de lugar. Yo , por suerte o desgracia, hacía tiempo que no frecuentaba carreras con tanta participación y saliendo desde posiciones tan retrasadas. La cosa es que estábamos cerca de la zona de speaker y palco, y cuando se acercan las 10:30, hora de salida, ponen música a tope y la gente se puso a bailar y a grabar con los móviles como si estuviéramos en un concierto. Ya sé que soy un abuelo cascarrabias, asumido, pero no puedo entenderlo. Esto es una carrera, cada uno debe estar concentrado, sobretodo cuando nos vamos a enfrentar a 21 km, para la mayoría de nosotros un reto, ya sea por cubrir la distancia o pro intentar marcar un tiempo, creo que es un momento interior, y no uno de postureo, pero vamos, que fue el verme fuera de lugar y la sensación de sonrojo lo que me hace escribir estas líneas. Será que me hago muy mayor.

Globeros buenos...

     Pero al lío, ahora si. Puntual salida, con el ya consabido atasco de los primeros 2 km.  Se asume, aunque como buen agonías, ando tratando de adelantar lo inadelantable. Ya en el primer giro a izquierdas dirección sur, la cosa se pone más corrible, y puedo saludar a un vecino con el que comparto gustos atléticos y futboleros. Amena charla para coger cada uno su ritmo. Y es que a pesar de que mi rodilla me ha hecho un extraño, quizá consecuencia de la pateada de ayer, no marcho a disgusto, aunque haya decidido no mirar el ritmo por ahora.

   En un giro saludo al mencionado seguidor, que me promete leer mis desventuras en esta crónica, y al cual saludo desde aquí, me pareció una persona amable al cual ojalá me cruce pronto de nuevo.  Al final, su ritmo es superior y se aleja poco a poco, quedándome yo concentrado en mi rodilla y ese feeling extraño.

  Hacia el km 3-4 otra gran alegría, y es el poder saludar a Martín y sus fieles y bellas "escuderas". Lo adelanto, y es que voy a zancada fácil que no rápida, pero disfrutando . Ya sobre el km 5 giro de 180º a la altura de las salinas, para volver paralelos al Tamarit, saliendo a la vora del mar a la altura de Gran Playa. Aquí echo una ojeada al Garmin, sorprendiéndome el ver un 4'55.. "¿Dónde vas flipao, si hace dos domingos hiciste un 5K a 5'/km?" Ostión habemus en breve.

No fui el elegido

 Aflojo hasta arribar al puerto, donde disfruto del primer ida y vuelta de esta carrera, y es que a mi personalmente me hace muy ameno el poder ver corredores por el lado contrario, e incluso saludar a algún conocido. Así hago con mi buenos compañeros de club CorrexCrevillento Óscar y César, que portan el globo de 1h45', todo ello una responsabilidad en un carrerón como este, pero que solventarían con suficiencia dada su calidad atlética, seguro.

  A la salida del puerto saludo al Presi Ramón López, que alegría, antes de enfilar el largo paseo dirección Norte a Santa Pola del Este, el otro extremo del recorrido. Ahora se trata de aguantar hasta el km 10, evaluar daños y sensaciones y decidir si mantener, apretar o aflojar. Tras saludar a Nacho Apolana en el paseo, me dejo llevar por el paisaje. Y es que estos 4 empedrados kilómetros son los diferenciales de esta carrera, con el Mediterráneo en todo su esplendor, Tabarca de fondo y un cielo dividio por la mitad en gris y azul, 20 minutos que hacen que entiendo a quien se cruza media península para correr esta carrera.

   Giro a la altura de la cadena, km 10 y el consabido repecho, el único del trazado. Como recordaba, más empinado de lo que uno espera, pero que acaba pronto. Recupero bajando y dado que no hay mucho daño, mantenemos ritmo mientras saludo a otro vecino, y es otra de las cosas buenas de esta carrera, coincides con mucha gente a la que alegra saludar. Superamos Varadero para retornar al casco urbano, más público que alcanza su apogeo al paso por el km 14 en la zona del Castillo donde se forma un pasillo que emociona. Y es que hay que poner un 10 a la organización y el pueblo de Santa Pola. Para quien no lo sepa, el pueblo marinero pierde casi la mitad de su población en invierno, y tiene mucho mérito el poder mantener esta carrera con este nivel de animación,  con bandas de música animando a lo largo del recorrido, y público a lo largo de los 21 km. De 10, chapeau.

    Estábamos por el pueblo. A la salida, avituallamiento del km 16 donde veo a la simpatiquísima Nan Garay, con la que comparto agua. Salimos del núcleo encarando los temidos últimos 5 km, la mitad de ellos dirección Salinas, alejándonos de meta. Voy bien de patas dada la distancia, vuelvo a saludar a mi fiel seguidor, y coincidimos que ya sólo queda "pico y pala". Así que dicho y hecho, aunque reconozco que aquí ya miro el reloj, pues veo que voy a rondar la 1h45', casi el mismo ritmo que hace dos domingos, el cuerpo humano, o el mío, tiene estas cosas. Saludo a Roberto que va como un tiro, como me alegro de ver lo fuerte que va. Giramos180º allá por el km 18 y ya enfilamos la Playa del Tamarit por el paseo. El calor no es excesivo en un día espectacular, así que los últimos kilómetros me dedico a disfrutar de sentirme corredor tras casi un año desde Azkoitia. Y así entro en meta en 1h45'47", a 4'58km pues ya sabemos que las carreras homolgadas siempre regalan unos 400m de más. 1h47'51" oficiales, posición 2157 de 5500 aproximadamente. Menos del 50%, tampoco esta nada mal. Algunos podrían pensar que si mi última vez hice 1h25 esto es un desastre total, pero yo soy superfeliz corriendo a lo que den las circunstancias de la vida, el mero hecho de poder tener otra medalla ya es mero motivo de alegría. Todas las clasificaciones en https://www.chiplevante.com/es/prueba/mitja-marato-internacional-vila-de-santa-pola-758-2024

Con buena gente..

   Saludo rápido al presi y los globeros, que alegría . Luego en la salida hago lo mismo con mi Roberto y Gaspar, los cuáles también andan de moral alta. Así que tras volver al coche tras la consabida cuesta de los Institutos, enfilo hacia la casa materna en busca del arroz que tan bien me he ganando.

Con Gaspar Campello, una referencia

 On the road de nuevo, próxima parada jugamos en casa. la Media Maratón de Alicante, si Dios quiere.