San Silvestre Vallecana'18: Virgen María que carrera

Por fin sentado al teclado para escribir la crónica de la carrera más espectacular que he corrido en mi vida. Es cierto que jamás tendrá la épica de ninguna de mis Maratones o mi Ultra, pero el sentimiento que viví en el público, en los corredores, disfrutando sufriendo en los 10 km que recorren Madrid desde su zona más adinerada hasta su zona más obrera, nunca jamás lo había sentido. Desde luego que entendí que su eslogan no era uno más: "San Silvestres hay muchas, Vallecana sólo hay una".
Pero vamos al lío. Como siempre, mi primera parte de la Navidad jodida a nivel atlético. Familía, fiesta,comida,bebida,poco o nulo entreno se añadían a un trancazo bronquitis resuelto con un antibiótico de esos de 3 días que te dejan hecho mistos otras dos semanas.Si a eso le añadimos que las San Silvestres nunca han sido mis mejores carreras( mi único abandono junto con Orihuela, pero esta por lesión), nada bueno se presagiaba a nivel atlético.

Daba con mis huesos en Madrid la tarde del 30, justo para acercarme a recoger el dorsal a un Centro Comercial de la Calle Serrano, unas fotillos y a disfrutar del Madrid de Nochevieja..Cervezas, tapas , mucha luz y un enganche a esa capital llena de buena gente, amable, agradable, que te hacía pensar que estabas en cualquier pueblo castellano antes que en una de las grandes capitales de Europa. Después de haber corrido una Media y un 10 k, sé que volveré a Madrid a correr la hermana mayor, más pronto que tarde.

Recogida de dorsal

El domingo por la mañana marchábamos a dejar el coche en Vallecas para evitar líos posteriores. Y tras hacer caso de los consejos, mil gracias, nos dimos un pateo por el barrio. Estadio y la famosa cuesta de la Albufera( km 8 de la carrera). Un auténtico placer ver ese barrio llleno de vida, con mil comercios, gente por aquí y allá. Nos acercamos a almorzar al Café Bella Luz, donde se originó esta carrera que ya supera en participantes(42000) a la pionera de Sao Paulo. Mientras bájabamos por ese octavo kilómetro, mis dudas empezaban a aparecer, vaya tela , aquello tenía muchoooo desnivel.

 Mítico estadio de Vallecas

 Avituallando al estilo local

Que mejor que el bar donde se dio inició a esta locura

Un paseo por el Retiro para seguir mi enganche a Madrid. medio bocata de Calamares para completar una calamitosa alimentación pre-carrera y metro hasta el Santiago Bernabeu. Bajar nos transporta a una tarde agradable de invierno, poco frío y si ambiente agradable rodeado de muuuuuucha gente, de un impresionante entorno festivo, pero increíblemente tranquilo y sosegado. Algo especial se  respira en esta carrera, creo que a día de hoy no soy capaz de ponerle palabras. Creo que sólo si corres allí lo entenderás.

No será mi marco preferido, pero de ahí sale la Vallecana

La salida de la carrera popular, la que yo hice(la de la tele es la Internacional, para esa hay que acreditar marca, por debajo de 39'), se da por oleadas. Como tampoco tengo marca homologada para esta, saldré en la última oleada, la de más de 70', la más multitudinaria, la que sale a las 18:15. Tras las despedidas familiares, me dirijo a la multitud. Me agobia( sino no sería yo) que no estoy bien colocado, me rodean multitud de grupos de amigos que hablan de andar, etc.... Cuando se van dando salida a las distintas oleadas, el cajón se va moviendo, aunque lentamente. A pesar de ello, en cada movimiento, el sentimiento se va incrementando, la mirada hacia atrás por la calle Concha Espina se pierde entre infinitos corredores, joder que esto tiene más atletas que la Maratón de París. trato de buscar mi sitio por los laterales, y cada vez me veo mejor posicionado. El Santiago Bernabeu va quedando al lado, la emoción va in crescendo. Llevo casi media hora aquí, y el tiempo pasa rápido, pero ya hay muchas ganas de salir a correr, los gritos del famoso presentador de Maraton Man más el Dj están poniendo los nervios a flor de piel.

Momentos previos, quedaba más de una hora

Por fin, sale el último cajón previo, abren el nuestro y me cuelo rápido, aunque sin darme cuenta llego al arco de salida en 3ª línea. Avanzamos andando lentamente mientras los de seguridad de la organización nos van haciendo gestos para que andemos hacia ellos, esto es la puta bomba.El speaker y el DJ justo al lado, coñi que voy a salir casi en primera línea de mi oleada de la San Silvestre Vallecana. Me emociono pensando en mis hijos y familia, se ve que las endorfinas sobrevuelan Concha Espina.

 A fuuuulll

Y al final, a las 18:15 puntuales, disparo al aire, petardazo, fuegos artificiales y a full. El primer tramo es una cuesta de esas que quita el hipo, quiero salir muy tranquilo pues sé que mi estado físico es lamentable. Aún así se ve que no lo consigo, llegando hasta el giro hacia la Calle Serrano, símbolo de la opulencia de la capital. Y es que en este momento he de reconocer dos cosas de esta carrera: sufrí como jamás había hecho antes en asfalto sin ser Maratón, y la Vallecana es 8 km cuesta abajo y 2 cuesta arriba.

Bueno, tras el primer arreón, aguanto unos cientos de metros más para detectar tristemente que estoy hecho una mierda. ¡NO es posible! Aquí no, pero he de reconocer que he hecho las cosas fatal, y no merezco ir bien, aunque sólo lleve un km. Cuerpo hinchado, piernas agarrotadas, el abandono planea por mi mente, no tiene sentido aguantar 9 km así. Sólo el perfil de la carrera, que en esta calle Serrano es claramente descendente, y el hecho de tener que pillar un metro hasta Vallecas aleja esta idea de mi cabeza. Pienso en aguantar hasta el km3 y echar a andar, algo que ya empiezo a detectar en algunos participantes.

Casazas brutales, colegios de élite, embajadas varias (USA, Marruecos,...) y sobretodo bastante gente animando, con ganas de Navidad, de Nochevieja, bastantes niños reclamando choque de manos hacen que trate de aguantar las horrendas sensaciones. ¿Pero cómo voy a poder subir el kilómetro de cuesta de la Albufera en Vallecas en este estado?

Llega repentinamente el km 3, colegio Ramiro de Maeztu, sede del mítico Estudiantes de baloncesto, cada vez mi estado es más lamentable, paso de Garmines y leches, sólo tratar de trotar y no rendirse. Es en esos momentos donde veo dos imágenes que me marcan: una grupeta de familia con un cartel en la espalda que dice "Va por ti Papá" y 200 m más adelante dos padres con un hijo con Síndrome de Down andando y diciéndole que tranquilo, que van a acabar. ¿Y yo me quejo? Venga ya, se acabó, voy a sufrir, pero esto lo acabo por mis cojones.

Las luces de Navidad hacen precioso correr por estas calles, y cada vez el buen rollo entre corredores es mayor. Por fin llega el km 4, la Puerta de Alcalá. Ahora si que de verdad sé lo que es ambiente, esto es brutal, escenarios con música, bajando por donde hace meses subí con mi Jordi en la Media de la capi. Cibeles, luces espectaculares y enfilamos el Paseo del Prado. Narices, que ya voy por el km 5, lo mismo hasta acabo sin echar pie a tierra. Es que estamos corriendo por la capital de España, por todo su centro, en la tarde de Nochevieja, ¿tiene precio esto? Sigo, Neptuno y por fin Atocha, km 6.

Desde aquí empieza lo desconocido, pero la bajada sigue, avda. Ciudad de barcelona. La calle se estrecha, cada vez más gente andando con muy buen rollo, acrecentado cuando atravesamos una zona de bares con la gente ofreciendo un cebadense avituallamiento que estoy a punto de coger.Más música mientras pasa el km 7 y nos acercamos al km8, donde de repente veo en la lejanía una cuesta llena de luces y corredores, y antes de darle al clic en mi cerebro oigo al corredor de mi lado :"Albufera, cuanto tiempo echándote de menos" Yo me sonrío y le pregunto en tono de cachondeo, "¿Estás seguro?" y él me dice que lleva tiempo sin correr la Vallecana, y que ahora es cuando  empieza lo bueno.

 Fijaros en ese km 8 de blanco

Pasamos por debajo el Puente de Vallecas, con otro escenario lleno de rock y al salir, el éxtasis. la cuesta de la Albufera, llena de color, corredores y gente animando como si corrieran sus hijos, cuando la mayoría son gente mayor que sólo sienten orgullo de su barrio. Ya no hay vuelta atrás, sólo queda sufrir un km, pienso en el Paralel de Barcelona, esto se aguanta si o si. Los niños que cada vez han pedido más chocar la mano, ahora son multitud, pero también cuarentañeros, abuelos, abuelas y hasta el de la Peluquería. Creo sinceramente que todo corredor debería sentir lo que se siente al subir por este kilómetro 8, creo que te cambia tu percepción, llamadme pesado, pero lo siento así.

Al final km 9, giro a derechas, se acabo la cuesta, un llaneo, giro a izquierdas por una zona de barriada, sólo quedan 500 m, lo que hace 40' parecía imposible parece que va a ser. Y si, último giro a derechas y c'est fini, en medio de confetti, luces y música a todo trapo. Bhuaaaaaa, esto es indescriptible, por mucho que la charlotada que os he escrito diga lo contrario. 52'27,posición 7802 de 42000, todo ello en https://www.sansilvestrevallecana.com/popular/clasificaciones

 Lo de menos

Rápidamente a abrigarse y a prepararse para  la cena de Nochevieja, con la sensación por primera vez en mi vida, que más allá del reloj, había vivido una experiencia que va a marcar mi vida. Y el que me llame exagerado, que pruebe

Sin palabras