No eres logras, eres lo que has superado

Es necesario revivir para saborear (Rozalén)

jueves, 4 de noviembre de 2010

III Roller Masters Trail


No estaba aún recuperado de las agujetas de Ricote, cuando me llegó el sms de Paco. “¿nos apuntamos a la carrera del 24?” Tenia ganas y miedo de ver el sms, pues claro, tras el reventón de Ricote,, 1´5 km más de carrera. Pero como uno no sabe decir que no ( y en el fondo tampoco quiere), pues para allá que nos embarcamos. La gran putada fue que en esas dos semanas pasé una bronquitis de tomo y lomo, lo que dejo mis entrenos en esas dos semanas en una mera visita a la Sierra de Cevillente, con una subida por la costera del Cigarró ( bien empinada para los que no la conozcan) a un buen ritmo.

Con este panorama marchábamos el domingo 24 de Octure a las 7:30 a.m el amigo Paco y yo camino de la Unión, que está a muy pocos kilómetros de Cartagena. Una vez llegados allí, con poco tiempo para vestirnos y recoger el dorsal, nos chocamos con el amigo Paco del FTV, que ha llegado demasiado tarde y al fina no podrá salir.
La salida tuvo lugar junto a la estación de tren, y ya desde e principio se veía bien a las claras la primera subida del día a Los Molinos; la verdad es que el perfil de esta carrera, con varias subidas y bajadas, no tipo Ricote, todo subida para luego bajar, se me daba mejor ( o eso creía yo).
Traca y a correr a las 9 a.m. La verdad es que hoy me encuentro mejor que en Ricote ( no recomiendo experimentos con L-carnitina si no la hemos probado), y la primera cuesta (200 m+) se me da bastante bien,con lo que a pesar de lo estrecho del sendero, consigo recuperar alguna posición.

En un tramo técnico de la bajada

Tras esto, una bajadilla técnica y larga bajada por pista ancha ( de las que me gustan, 350 m-) hasta la bahía de Portman. Todo este tramo es bien bonito, recorriendo tramos de antiguas minas. Así se llega a a bahía de Portman, donde empieza una de las subidas más bonicas que yo haya en mucho tiempo:la subida a las Cenizas, que son 300 m+ por una zona de acantilados muy salvaje . Aquí ya las piernas me recuerdan mi bajo nivel de entreno y forma, pero consigo mantener el tipo. Cumbre en una especie de fortificación militar abandonada y nueva bajada técnica hasta el siguiente avituallamiento sólido, en una explanada muy grande, donde ya se ven las primeras retiradas. Aquí suceden un par de cosas que yo esperaba pero no quería saber:1º) me empiezan a doler los músculos. 2ª) Pregunto (quien me manda a mi) por donde sigue la carrera. Respuesta del avituallador: Subes la montaña de enfrente ( 300 m de empinada cuesta en unos 2 km, calculad el porcentaje de desnivel), cresteas por todas las montañas que te rodean y puedas ver, y vuelves a bajar aquí.


Nos esperaba la dura subida a la Peña del Águila

Así que con buena cara enfilamos una recta para empezar la cuesta más brutal que recuerdo en mucho tiempo, la subida a la Peña del Águila. Casi en toda la rampa hacían falta las manos para progresar. Lo bueno de este tipo de cuestas es que se acaban antes. Llegada a un collado y se enfila una nueva bajada hasta un avituallamiento sólido, nuevo llaneo y se llega a la bajada , que según el perfil ya nos depositaría en el kilómetro 20. La lástima es que dicha bajada era por una preciosa calzada romana, pero que te dejaba las plantas de los pies bastante tocadas.


Por fin algo de llaneo en la carrera

Tras la calzada llegó la peor parte a nivel físico para mi, pues la escasez de entrenamiento no puede ser solo suplida por voluntad. Tras el penúltimo avituallamiento un poco de llaneo y afrontamos la última cuesta, al collado de las lajas. La primera parte discurría por una escombrera, y aquí mis abductores empezaron a engancharse, hasta el punto de tener que parar. Esto ya me pasó en la Maratón de Borriol, y lo único bueno de aquello fue que supe que podía seguir. Así que, gracias en parte al ánimo de mi compañero Paco ( mil gracias campeón) conseguí llegar al último avituallamiento, sito en la bahía de Portman ( km 23 aprox), que se situaba justo enfrente de la última subida. Y ahí si que me empezaron a surgir dudas sobre si podría acabar la carrera, pues los corredores que nos precedían estaban muuuy arriba para la poca distancia que nos separaba. Aún así, poquet a poquet pude acabar la cueesta que nos depositaba en una nueva zona ( por variedad no sería en la carrera, si señor): una especia de pequeño cañón con un hilillo de agua por el fondo. Lo bueno y malo de este tamo: que era muy difícil de correr, por lo que para mí supuso una recuperación momentánea que me permitió afrontar la última bajada a la Unión con las suficientes fuerzas para arañar alguna posición.
Como en todas las carreras de a liga de Murcia, al final un buen avituallamiento consistente en cerveza (eso siempre, por Dios) y parrillada o macarrones. Por supuesto, optamos por lo primero.
Sensaciones finales: pues que para el poco entreno que he hecho, he notado una leve mejoría, que aún falta mucho camino para volver a posiciones más dignas, que es una carrera para repetir ( con suerte el año que viene intentaremos completar la liga murciana entera) y que merece mucho conocer estos pequeños rincones de nuestra geografía levantina.
Resumen:
Organización: Club de montaña Roller Master
Desnivel y distancia: 1350 m+ en 26 km
Entorno: Parque regional de Calblanque y Sierra Minera de la Unión (Cartagena, Murcia)
Características climáticas: Cielo despejado, humedad y calor ( 26º aprox)
Posición final y tiempo: 141º de 186, con 4:02:25

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