Nueva temporada: cielo o infierno

Ya llegan las primeras "refrescadas" , y con ellos el momento de plantearse nuevos retos, nuevas ilusiones, nuevas motivaciones para dar gasolina a las ganas de correr, bicicletear o nadar en esos duros días de entrenamiento, en los que sea por las situaciones del día a día, por las lesiones o cualquier motivo nos hacen plantearnos que "por qué cojones estamos haciendo esto".

Después de una temporada ,dura por las lesiones al principio y al final, y que ha hecho que quede recortada a casi la mitad. Aún así, salvo a bote pronto los viajes con Jordi a Madrid y Massamagrell, mi Media del Pilar de la Horadada, mi travesía del Peñón de Ifach y por supuesto mi Maratón de Pamplona. No está mal para un tullido.

El tema de las lesiones me ha hecho replantearme que hay que empezar a "cuidarse". Comer mejor, estirar tras entrenar(tengo 15 sesiones de rehabilitación de espalda a la vista), tener mucho cuidado con los resfríados( como el que arrastro ahora mismo). De no ser así, me tocará el típico hecho humano de volver a tropezar con la misma piedra.

Así que , si soy capaz de hacer todo lo escrito en el párrafo anterior, tengo muchas cosas por la cabeza para esta temporada, contento quedaré si me salen la mitad de ellas. En líneas generales, creo que ya ha llegado el momento de volver a la montaña y a las largas tiradas.Es el momento de dejarse de excusas, de dejar pensar en las ultras y hacerlo realidad. O me sale bien o me dejo los dientes en ello.

 El objetivo principal es muuuy ambicioso, y no es otro que hacer una carrera de 100 km. La primera elegida son Los 101 Km de Ronda, pero posibles dificultades de fechas e inscripción me dejan con otra en la recámara, para nada segundo plato, que sería  la Transilicitana. Ventajas tiene cada una las suyas, inconvenientes ninguno. La primera tiene, al menos para mi, más mística, llevo escuchando hablar de ella casi desde que empecé, a lo que habría que añadir el viaje y la oportunidad de conocer un sitio nuevo La segunda en cambio aúna cercanía, economía, tú gente cerca, el cariño especial que tengo por Elche,...

En fin, Dios dirá. Si no llégase con kilómetro suficientes, una gran carrera sería la Ruta de las Fortalezas, aunque aquí de nuevo aparece la dificultad de la inscripción, como en la prueba rondeña.

Con una me doy con un canto en los dientes

A estos objetivos dedicaría casi todos mis esfuerzos hasta primavera. Dependiendo de qué prueba haga al final, buscaré otra a tipo de "test" durante el invierno, que podrían ser el Maratón de Montaña de Cuenca, el Ogro Maratón, el de Espadán o el asfaltero maratón de Castellón, con el plus de sentimiento que me daría el primero.

Una vez pasado el atracón de kilómetros, me gustaría aprovechar el rebufo para a principios de verano volver a hacer alguna larga de montaña, como la Zumaia, la Marcha de los tres Ibones, el maratón de Bronchales, la maratón de las Tucas, ....

El resto del verano lo dedicaría a entrenar más bici, nadar, buscando un tri para esta misma época, y muchas maaaaás cosas, pero para eso queda tanto, que para qué hacer planes, no sea que venga John Lennon a darme con su frase en la cabeza.Por lo pronto, este medio puente que se avecina ya tengo tres pruebas por delante.

Eso si, lo primero, lo primordial, será seguir disfrutando de mi familia, de mis tres hijos, mis padres, amigos, y sobretodo, ser feliz.

Un abrazo y nos leemos si gustáis